viernes, 27 de marzo de 2009

Carretería. Nuevas Dalmáticas e Incensarios.

La Hermandad sevillana de la Carretería presentó lo que será uno de sus estrenos para el próximo Viernes Santo, el juego completo de dalmáticas para toda la cofradía. Han sido realizadas en el taller de Antonio Martín Álvarez. Del taller de Joaquín Ossorio son los cuatro incensarios en alpaca, siguiendo el diseño característico de la cofradía y con hojarasca en su base principal.


Fieles a su estilo, las dalmáticas en terciopelo negro sin bordar, tan solo roto por el dorado agremán.

Fotos: El Corre de Andalucia y ArteSacro.

Redención. Nueva Cruz Parroquial y Ciriales.

La Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Redención y María Santísima del Rocio de Sevilla estrenará el próximo Lunes Santo una Cruz Parroquial y dos ciriales que la escoltarán.
Texto extraido del uíltimo boletín de la Cofradia:

FERNANDO MARMOLEJO, HIJO
Este nuevo proyecto de la Hermandad que me ha sido confiado para hacerlo realidad, es un conjunto de tres piezas dos ciriales y una vara que portará una magnífica Imagen de Jesús Crucificado en talla sobre una cruz arbórea.
Para todos los elementos, me inspiré en obras de finales del XVIII y principios del XIX. He querido darle a la obra un concepto estético que podríamos definir como “Isabelino”, rescatando formas ornamentación y maneras de hacer de tiempos pasados, sencillez y elegancia a la vez.
Las varas de los ciriales como la que porta la cruz están decoradas a base de roleos y hojas sobre un fondo mateado con un suave cincelado a mano, la ornamentación va enredándose en toda su longitud separados los tramos de tubos por nudotes lisos.
El cuerpo superior tanto de la cruz como el de los ciriales presenta formas clásicas cilíndricas con alternancia de volumen entallado, decorado con motivos simétricos, gallones lisos con volumen a modo de espejo, hojas lanceoladas, estrías profundas con decoración de mates que sirven de fondo a unos lazos y paños colgantes a modo de guirnaldas que circundan todo el perímetro de la zona central. Tres querubines y tres cartelas alternados recorren el perímetro exterior con sendos escudos y motivos que identifican y caracterizan a la Hermandad.


jueves, 26 de marzo de 2009

Cristo de Burgos. Dalmáticas Nuevas.

Como pudimos ver hace unas semanas, la Hermandad del Cristo de Burgos establecida en la Parroquia de San Pedro de Sevilla, ha realizado una exposición del L Aniversario del Manto bordado por José Caro de Madre de Dios de la Palma.
En esta misma exposición se encuentra la nueva saya, ropón y dalmáticas bordadas por Pedro Pablo Gutiérrez.



Ropón sencillo de terciopelo granate con botonadura central. El ropón lo remata una gola.




Se usan dos tipos de tejidos, el damasco granate y el terciopelo del mismo color en una tonalidad mas oscura, donde el bordador remata el diseño barroco con hilo de oro. El agremán dorado, típico en las dalmáticas no falta y la nota original lo da un cordón de madroños granate que remata los contornos de los dibujos.




Fotos: ArteSacro y Manuel Rodriguez Rechi.

Prendimiento. Función Solemne 2009

POR FIN.
Ha tenido que ser en este X Aniversario en el que la palabra "solemne" del acto, que cada tercer domingo de cuaresma sucede en la Parroquia de los Ángeles, ha tenido a bien hacerse realidad. Debido a la presencia del Obispo Prior de la Diócesis de Ciudad Real, Don Antonio Algora, los acólitos de la Hermandad del Prendimiento llevamos a cabo las funciones típicas de este estamento en la Iglesia y que no solemnos ver, por desgracia, en nuestras Parroquias.

En primer lugar, la Procesión de Entrada con el incensario, monaguillo con naveta, ciriales (lamentablemente sin cruz parroquial), concelebrantes y celebrante.


Lectura del Evangelio en el ambón que, por problemas de espacio, no pudo ser flanqueado por los ciriales y tuvimos que colocarnos de un amenara especial. El turiferario, detrás a la espera de entregar el incensario al Sacerdote para incensar el ambón.


Momento de la bendición del Banderín del Grupo Joven, Relicario con hojas de olivo de Getsemaní y del Estandarte bordado con una pintura de Jesús Cautivo. Este estandarte ya salió el Domingo de Ramos de 2008 pero sin bordar.


Para terminar, Jura de Reglas e imposición de medallas de nuevos hermanos y procesión de salida hacia la sacristía con el mismo orden que la de entrada.
Como novedad este año, debido a la peana donde estaba el Cristo, se realizó besapié. Si bien hay que sufrir que el resto del año esté en besamanos permanente pues por un lado nos gusta poder tocarlo cada vez que estamos cerca de Él pero tambien me gustaría que recibiera culto donde se merece.
De una manera u otra, esta entrada es especial por ello, quiero hacer unos agradecimientos:
A todas las personas que han estado, están y estarán en el Cuerpo de Acólitos del Cautivo.
A todos mis amigos acólitos de Sevilla que me enseñaron este singular "arte" que hace tanto bien en nuestros cultos. Nacho, Migue, Carlitos, Juanjo...
A Jesús Luengo Mena, maestro incansable.
A Juan José Morillas, por facilitarme y hacerme virtualmente uno mas de su grupo, los Acólitos de la Macarena.
Y a ti por estar siempre ahi...

jueves, 19 de marzo de 2009

Artículo Más Pasión 7. (y III parte)

Los acólitos de la Hermandad de la Macarena son los entrevistados para la revista Más Pasión 7 de El Correo de Andalucía:

TODA UNA LEGIÓN
Y nunca mejor dicho. Pero no de romanos, que por la idiosincracia de la hermandad podría parecerlo. La formación del cuerpo de acólitos de la Macarena es reciente. Antiguamente eran hermanos que aparecían sólo para la Madrugá y, entre los jóvenes, se les llamaban “de sangre azul”.

Desde su origen, hace trece años, este colectivo ha sido el que mayor crecimiento ha experimentado en Sevilla. 43 acólitos es el último recuento hecho por Juan José Morillas, pertiguero del paso del Señor de la Sentencia y responsable del cuerpo. Sin embargo, durante toda su historia, este grupo de jóvenes macarenos ha llegado a rozar la media docena, e incluso superarla. “Salir en la Madrugá es un premio que se le otorga a la persona que haya realizado un trabajo constante durante todo el año. Se trata de una evaluación continua los doce meses del año, no sólo con la asistencia a los cultos, que puede ser un hecho puntual, sino colaborando en todo lo que requiera la hermandad. Es bonito y positivo a la vez porque tanto trabajo tiene su recompensa”. Y como la Juventud siempre ha sido el área de la hermandad que más miembros ha aportado al cuerpo, su gran actividad –limpiar plata, asistir al comedor, formar a los más pequeños o participar en la lectura de la liturgia– ha sido una vía para que esa trayectoria culmine con pasar debajo del arco junto a la Esperanza o al Señor de la Sentencia.

Cada hermandad tiene su propia fórmula para asignar los puestos de los acólitos a las personas adecuadas y cada vez son menos las que los asignan, digamos, al azar. Porque está claro que este premio –que lleva aparejado cargar durante horas con ciriales, incensarios o navetas y unos ropajes de otros tantos kilos– es para quien se lo trabaja. Pero gracias a este boom las hermandades tienen garantizada una buena cantera.






Artículo Más Pasión 7. (II parte)

Seguimos con el texto del Artículo que Más Pasión 7 dedica a los Acólitos, en esta ocasión, habla de la Archicofradía de Pasión:

FÓRMULAS MATEMÁTICAS
En Pasión parecen aún más estrictos y el puesto el Jueves Santo depende de los puntos acumulados. Aquí, la participación en los cultos es fundamental, pero ésta no se calcula a ojo o por el grado de notoriedad. No, es matemática. Muy sencillo: si un acólito se viste en un culto, suma un punto; en caso de haber estado apuntado para participar en misas del Señor, la Merced o de la Virgen del Voto, e incluso para alguna salida como un viacrucis o traslado y falta sin justificación, resta uno. Pero si lo está, el encargado del colectivo, José Ramírez Delgado, es más generoso y ese día la persona en cuestión ni suma ni resta.

Ya en la reunión previa para elegir el puesto del Jueves Santo no hay escapatoria, la suerte está echada. Aunque la pértiga sea lo más solicitado, en todos los puestos hay competencia. Siempre tiene preferencia para ocupar un lugar en concreto quien tenga más puntos. En caso de empate, se mira la antigüedad como acólito, y si aún así se mantienen en tablas, la de hermano.

Aquí casi todos los acólitos participan en las actividades de la juventud: recoger alimentos, limpiar plata, organizar cualquier acto de los pequeños, la semana cultural... Quizás esta actividad es la que provocó que Javier Ramos decidiera guiar el camino del Señor de Pasión con el cirial, aunque tres de sus cinco años ha cogido la tan solicitada pértiga y uno el incensario. Desde chico iba con su padre el Domingo de Ramos a visitar El Salvador y de los cinco pasos que había en el templo siempre se quedaba embobado con el del Nazareno: “La envergadura de la talla y la belleza de su paso de plata hizo que me sintiera llamado por Él. Y mira que nadie de mi familia es hermano de Pasión. Me apunté aquí por iniciativa propia”. Desde 2004, cuando se hizo hermano, colabora activamente en la hermandad y la en juventud. “He conocido la vida de hermandad gracias a los acólitos. Y me ha servido para conocer la liturgia y es gratificante saber que también desde el altar sirves al Señor”.

A Chema Fernández la vinculación sí le viene de familia. Este acólito de La Bofetá quiso seguir los pasos que le inculcó su abuelo antes de morir. “Mi padre iba mucho a la hermandad conmigo, y a mí me gustaba porque La Bofetá había sido siempre la hermandad de mi abuelo. Me apunté hace tres años y directamente me inscribí en el grupo de acólitos y a los pocos meses participé por primera vez en los cultos del Señor”. Ya lleva dos años procesionando delante del palio de la Virgen del Dulce Nombre, pero jamás olvidará su primera estación de penitencia: “Aquel día iba de cirial. Me emocioné mucho porque sentía la cercanía de mi abuelo y con la plaza de San Lorenzo llena de bulla... Sentí mucha añoranza”, confiesa Chema.

Artículo Más Pasión 7. (I parte)

Dentro de la Revista Más Pasión 7 que edita El Correo de Andalucía en su número del mes de Febrero, podemos ver un artículo dedicado a los Acólitos, al que llaman "Los Chicos del Cirial". No tiene desperdicio, os dejo con las capturas de la revista y mas abajo el texto íntegro ya que no tiene resolución suficiente para leerlo directamente desde la captura de cada página. En esta entrada publicaremos la primera parte debido a la extensión del texto.










Todo un año dándole al incienso para conseguir un puesto ante los pasos en Semana Santa Última oportunidad. El grueso de los cultos internos está por llegar y los acólitos más rezagados se lo juegan todo a una carta. Ocupar un puesto ante los titulares durante la estación de penitencia está muy caro: es la recompensa a un duro año de trabajo en la vida de la hermandad y sólo la constancia asegura portar el incensario o el cirial en la calle.Son muchos los aspirantes, pero pocos los sitios. La última parte de esta peculiar carrera ya ha comenzado su cuenta atrás.

La formación de los cuerpos de acólitos en Sevilla es reciente –tendrán en torno a 20 años– y ha ido evolucionando hasta experimentar el boom actual. Los acólitos suelen ser jóvenes, la mayoría estudiantes, cofrades, compañeros, y muchos de ellos amigos dentro y fuera de la casa hermandad.

Todos sueñan ocupar este lugar privilegiado justo delante de sus titulares al llegar Semana Santa. “Es una sensación muy emocionante. Ves que estás viviendo lo que esperas durante todo el año con tantas ganas. Para mí son momentos mágicos, se te pasan las horas volando, pero no quieres que se acabe. Cuando estás cansado o tienes sueño es cuando más te vienes arriba y te da igual todo porque aguantas, merece la pena. Hay mucha gente a la que le gustaría estar ahí, igual que tú. Te sientes privilegiado”, explica Fernando Romero, acólito del palio de la Esperanza Macarena. Sin embargo, para ello hay que hacer antes una gran labor a lo largo del año, no sólo basta con estar apuntados en la nómina del cuerpo porque el puesto para procesionar como acólito delante de un palio o un misterio en Sevilla cuesta caro. Todos quieren salir en Semana Santa, pero requiere de mucha exigencia y, por el número tan elevado de miembros en algunos cuerpos, de un trabajo reflejado en la participación en los cultos y, si se puede, en otras áreas de la hermandad durante el año: juventud, priostía, asistencia social... De todo ello toman buena nota los responsables del grupo. Con la Cuaresma a la vuelta de la esquina, se intensifica la actividad en las hermandades y aparecen muchos interesados, y seguramente esta situación desequilibre la balanza a la hora de repartir los puestos para la próxima estación de penitencia. Y es que el trabajo de los encargados del cuerpo también necesita de organización dentro y fuera del altar.
Juan Manuel Benjumea es promotor sacramental y diputado de cultos de El Cerro del Águila. Él es el encargado de la formación del cuerpo de acólitos y de los monaguillos en la celebración de la liturgia desde 2003, además de fomentar su participación en la vida de hermandad. Su condición
indispensable para que un acólito pueda –por lo menos– aspirar a la salida del Martes Santo es “participar en los cultos de la hermandad e implicarse durante todo el año, luego en función de la asistencia saldrá o no”. Una vez en la cofradía, Benjumea apunta que “todos tenemos que mostrarnos en la calle con una disciplina y una compostura determinada porque somos la imagen de la hermandad en la calle, a pesar de tener un recorrido largo y exigente”, asegura. En su “modelo de gestión”, está la responsabilidad de “enseñar la misión del acólito dentro y fuera del altar, unido a unas normas y una disciplina propia”. De los 30 miembros del cuerpo de acólitos
de El Cerro, 27 salen en la cofradía el Martes Santo. Los que no ocupan este lugar en el cortejo, sí lo hacen de nazareno o costalero, además de participar durante el año en los cultos internos. En el grupo hay dos militares, uno destinado en Kosovo y otro en San Fernando, que sólo pueden
venir en Semana Santa. Y un seminarista, Alfredo Morilla. Entró porque se lo propuso el promotor sacramental. Éste es su quinto año en el Seminario, con lo que tras la próxima salida de El Cerro, colgará la dalmática, pues pasará a ser diácono, un cargo que no es compatible con el acolitar. Desde hace dos años sale delante de la Virgen de los Dolores, pero ya tenía una larga experiencia en la Amargura. “Mi vida cambió gracias a mis dos hermandades. En la Amargura descubrí mi verdadera vocación. Mi participación como acólito en la liturgia ha ayudado para que afloren en mí unos sentimientos distintos y en El Cerro los he afianzado”. Desde su experiencia cree que “los acólitos tendrían que profundizar más en lo que se está haciendo en cada momento y reflexionar sobre la fe. No es sólo desempeñar un papel”.
Como en El Cerro, la participación en los cultos a lo largo del año se premia con la salida procesional también en La Cena. Pero este criterio sólo se emplea desde hace tres años. Antes los acólitos reservaban el puesto de un año para otro. “Conseguimos cambiar las antiguas reglas porque si no era un puesto dentro de la cofradía que cada Domingo de Ramos se le cerraba a otros jóvenes de la hermandad que siempre habían querido salir de acólito pero no podían, así que el grupo es relativamente joven”, explica Francisco Javier León, diputado de cultos de Los Terceros.
Actualmente, el cuerpo cuenta con casi 50 miembros, pero sólo 41 pueden salir en el cortejo como acólito. El primer requisito es haber cumplido los 14 años, los que son menores de esta edad son monaguillos. “Al igual que el grupo joven, es una manera de abrir las puertas de la hermandad a los más jóvenes. Y con vistas al futuro porque hay muchos hermanos que fueron acólitos y ahora son miembros de junta”. Por el camino hacia esos cargos parece ir Francisco Javier Lobo. “Siempre me llamó la atención el asunto de los acólitos”. Él se interesó al ver la hojilla adjuntada a la papeleta de sitio de La Cena que informa a los jóvenes de la hermandad de las condiciones para ser acólito. “Después de apuntarme, comencé a participar en los cultos del Cristo de la Humildad y ese mismo año tuve el privilegio de llevar un cirial delante del misterio de la Sagrada Cena”. Pero su implicación, tras tres años de acólito, le llevó a colaborar con los priostes, y ya es pertiguero del misterio y auxiliar de priostía.